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El propio ex presidente vende gorros, afiches y videos de campaña en instalaciones de Diroes.
Fuji ‘Cachina’ en la Diroes
Empresario liberteño Alejandro Ramírez denunció el negocio y los cobros que hacen fujimoristas por candidaturas.
¿Hasta dónde llegan las libertades con las que cuenta Alberto Fujimori en el cuartel de la Diroes?
En las dos anteriores ediciones CARETAS ha dado cuenta de la desopilante cantidad de visitantes que recibe el ex presidente sentenciado a 25 años de cárcel. También de la soltura con la que se mueve dentro de las instalaciones, incumpliendo incluso el generoso régimen penitenciario que tiene desde hace casi dos años.
Los fujimoristas han negado con vehemencia que Fujimori adoctrinaba a las dirigentes populares que lo visitaban por cantidades tres veces a la semana. Sostienen que los ingresos de sus simpatizantes son solo muestras de cariño.
Pero todo indica que el afecto viene con billete.
El empresario minero liberteño Hermes Alejandro Ramírez denunció que Fujimori vende propaganda política dentro del penal de la Diroes. Él mismo, señaló, compró unos S/.8 mil cuando fue a visitarlo al centro de reclusión.
EL EMPRESARIO, que aspiraba a ser candidato a la alcaldía de la provincia de Julcán, narró al vespertino Satélite de Trujillo que llegó a Lima luego de ser contactado por Victoria Ishikawa, secretaria general de Fuerza 2011 en La Libertad, para someterse a una serie de entrevistas con los dirigentes fujimoristas. Dice haberle pagado S/.5 mil a Ishikawa.
“Los evaluadores nos dieron el visto bueno y nos dijeron que reuníamos las condiciones para ser los candidatos”, declaró. “Así mismo nos comunicaron que iríamos a conversar con el jefe. Yo pensé que la reunión era con Keiko, cuando nos llevaron a la Diroes para conversar con su padre”.
Ramírez describió las comodidades de Fujimori: “Tenía una amplia sala de espera, cuarto de reuniones, enfermería, diversiones, dormitorio, hasta un depósito donde guarda toda su propaganda política”.
Y aquí viene la parte que se acerca peligrosamente al terreno de la caricatura política:
“Yo le compré hasta S/.8 mil entre cds, gorros y chalecos. Pero además vende cocinas, cuadernos, cartucheras y hasta calendarios. En ese día vendió hasta más de S/.35 mil en propaganda política”.
Ramírez, por cierto, vio disolverse el sueño de la candidatura propia.
“Tanta inversión que realicé para nada”, lamentó, “porque otra persona fue elegida para este cargo. Al parecer, lo único que les interesa a los fujimoristas es la plata. Si tienes dinero, vales, de lo contrario te hacen a un lado”.
La denuncia hecha por Ramírez se suma a dos importantes datos.
CARETAS fue informada de primera mano sobre una visita nocturna que los congresistas Keiko Fujimori, Carlos Raffo y Martha Moyano realizaron a la Diroes el jueves 13 de mayo. En esa fecha había aparecido el número de esta revista que denunciaba la “Fuji-farsa” sobre el régimen penitenciario del ex presidente, lo que había ocasionado considerable revuelo y la promesa del presidente del INPE, Rubén Rodríguez Rabanal, de ordenar la situación. Según las fuentes, los parlamentarios salieron con abultadas bolsas negras. Ahora la denuncia de Ramírez cobra más sentido.
El segundo dato acrecienta el misterio de las bolsas negras. En una de las fotos de los visitantes publicadas en esa misma edición, se observa a tres personas saliendo al mismo tiempo con ellas entre manos. Dos de ellos fueron identificados: el empresario David Ojeda y el ex congresista fujimorista Virgilio Gutiérrez. A la luz de lo narrado por Ramírez es lógico deducir que allí van las gorritas, los calendarios y los videos que narran las “hazañas” del Chino y que este vende a sus partidarios a excelente precio. Una cosa es comprárselos a Carlos Raffo y otra al hombre en persona.
Luego de su desapercibida denuncia, Ramírez se replegó. CARETAS lo ubicó y dijo que se encontraba en la sierra de Huamachuco. Quedó pactada una conversación posterior con el periodista. Éste volvió a llamar y la mujer que contestó el teléfono le anunció:
- Hermes, ¿sabes quién te llama?
De la revista CARETAS.
Luego colgó. La comunicación no se pudo restablecer.
LA PARAFERNALIA NARANJA fue la marca de la casa en la presentación que Keiko Fujimori hizo del partido Fuerza 2011, el pasado miércoles 19, en el coliseo Dibós de San Borja. La hija del ex presidente se acompañó de Jaime Yoshiyama como nuevo secretario general de la agrupación, a la que inscribió con un millón de firmas.
Al día siguiente respondió en RPP sobre la segunda carátula de la “Fuji-Farsa”, en la que se presentaba a su padre supervisando obras fuera de los límites permitidos por su régimen y muy cerca de la puerta de salida. “Mi padre ha solicitado el derecho de trabajar, arreglar y limpiar esas tierras que estaban realmente horribles, feas y sucias”, declaró.
La bancada fujimorista celebró el cumpleaños número 35 de Keiko con una coreografía difícil de describir. Raffo y Moyano estuvieron entre quienes bailaron el “Thriller” de Michael Jackson –con disfraces y todo– y “El Rock de la Cárcel”. La campaña recién comienza pero el ritmo ya es aterrador.
El propio ex presidente vende gorros, afiches y videos de campaña en instalaciones de Diroes.
Fuji ‘Cachina’ en la Diroes
Empresario liberteño Alejandro Ramírez denunció el negocio y los cobros que hacen fujimoristas por candidaturas.
¿Hasta dónde llegan las libertades con las que cuenta Alberto Fujimori en el cuartel de la Diroes?
En las dos anteriores ediciones CARETAS ha dado cuenta de la desopilante cantidad de visitantes que recibe el ex presidente sentenciado a 25 años de cárcel. También de la soltura con la que se mueve dentro de las instalaciones, incumpliendo incluso el generoso régimen penitenciario que tiene desde hace casi dos años.
Los fujimoristas han negado con vehemencia que Fujimori adoctrinaba a las dirigentes populares que lo visitaban por cantidades tres veces a la semana. Sostienen que los ingresos de sus simpatizantes son solo muestras de cariño.
Pero todo indica que el afecto viene con billete.
El empresario minero liberteño Hermes Alejandro Ramírez denunció que Fujimori vende propaganda política dentro del penal de la Diroes. Él mismo, señaló, compró unos S/.8 mil cuando fue a visitarlo al centro de reclusión.
EL EMPRESARIO, que aspiraba a ser candidato a la alcaldía de la provincia de Julcán, narró al vespertino Satélite de Trujillo que llegó a Lima luego de ser contactado por Victoria Ishikawa, secretaria general de Fuerza 2011 en La Libertad, para someterse a una serie de entrevistas con los dirigentes fujimoristas. Dice haberle pagado S/.5 mil a Ishikawa.
“Los evaluadores nos dieron el visto bueno y nos dijeron que reuníamos las condiciones para ser los candidatos”, declaró. “Así mismo nos comunicaron que iríamos a conversar con el jefe. Yo pensé que la reunión era con Keiko, cuando nos llevaron a la Diroes para conversar con su padre”.
Ramírez describió las comodidades de Fujimori: “Tenía una amplia sala de espera, cuarto de reuniones, enfermería, diversiones, dormitorio, hasta un depósito donde guarda toda su propaganda política”.
Y aquí viene la parte que se acerca peligrosamente al terreno de la caricatura política:
“Yo le compré hasta S/.8 mil entre cds, gorros y chalecos. Pero además vende cocinas, cuadernos, cartucheras y hasta calendarios. En ese día vendió hasta más de S/.35 mil en propaganda política”.
Ramírez, por cierto, vio disolverse el sueño de la candidatura propia.
“Tanta inversión que realicé para nada”, lamentó, “porque otra persona fue elegida para este cargo. Al parecer, lo único que les interesa a los fujimoristas es la plata. Si tienes dinero, vales, de lo contrario te hacen a un lado”.
La denuncia hecha por Ramírez se suma a dos importantes datos.
CARETAS fue informada de primera mano sobre una visita nocturna que los congresistas Keiko Fujimori, Carlos Raffo y Martha Moyano realizaron a la Diroes el jueves 13 de mayo. En esa fecha había aparecido el número de esta revista que denunciaba la “Fuji-farsa” sobre el régimen penitenciario del ex presidente, lo que había ocasionado considerable revuelo y la promesa del presidente del INPE, Rubén Rodríguez Rabanal, de ordenar la situación. Según las fuentes, los parlamentarios salieron con abultadas bolsas negras. Ahora la denuncia de Ramírez cobra más sentido.
El segundo dato acrecienta el misterio de las bolsas negras. En una de las fotos de los visitantes publicadas en esa misma edición, se observa a tres personas saliendo al mismo tiempo con ellas entre manos. Dos de ellos fueron identificados: el empresario David Ojeda y el ex congresista fujimorista Virgilio Gutiérrez. A la luz de lo narrado por Ramírez es lógico deducir que allí van las gorritas, los calendarios y los videos que narran las “hazañas” del Chino y que este vende a sus partidarios a excelente precio. Una cosa es comprárselos a Carlos Raffo y otra al hombre en persona.
Luego de su desapercibida denuncia, Ramírez se replegó. CARETAS lo ubicó y dijo que se encontraba en la sierra de Huamachuco. Quedó pactada una conversación posterior con el periodista. Éste volvió a llamar y la mujer que contestó el teléfono le anunció:
- Hermes, ¿sabes quién te llama?
De la revista CARETAS.
Luego colgó. La comunicación no se pudo restablecer.
LA PARAFERNALIA NARANJA fue la marca de la casa en la presentación que Keiko Fujimori hizo del partido Fuerza 2011, el pasado miércoles 19, en el coliseo Dibós de San Borja. La hija del ex presidente se acompañó de Jaime Yoshiyama como nuevo secretario general de la agrupación, a la que inscribió con un millón de firmas.
Al día siguiente respondió en RPP sobre la segunda carátula de la “Fuji-Farsa”, en la que se presentaba a su padre supervisando obras fuera de los límites permitidos por su régimen y muy cerca de la puerta de salida. “Mi padre ha solicitado el derecho de trabajar, arreglar y limpiar esas tierras que estaban realmente horribles, feas y sucias”, declaró.
La bancada fujimorista celebró el cumpleaños número 35 de Keiko con una coreografía difícil de describir. Raffo y Moyano estuvieron entre quienes bailaron el “Thriller” de Michael Jackson –con disfraces y todo– y “El Rock de la Cárcel”. La campaña recién comienza pero el ritmo ya es aterrador.
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