Piura: destrozaron sede edil de Catacaos
Unos 300 moradores intentaron tomar la comuna local. Pobladores se enfrentaron a los policías y alcalde tuvo que escapar del lugar.
En el distrito de Catacaos aún no se vive la paz de la Semana Santa. Por el contrario, la noche del último lunes y la madrugada de ayer esta ciudad fue escenario de momentos de gran tensión y pánico debido a la violenta protesta de una turba de por lo menos 300 personas, la cual, en su intento por tomar la sede municipal, se enfrentó a pedradas con la Policía.
El desorden comenzó al promediar las 10 de la noche, cuando un grupo de vándalos arrojó piedras y ladrillos a los policías y al frontis del municipio cataquense. Los custodios del orden no tuvieron más alternativa que emplear bombas lacrimógenas y hacer disparos al aire, con lo cual lograron dispersar a la turba.
Tras la arremetida, 15 de los revoltosos fueron detenidos y conducidos a la Oficina de Seguridad del Estado de Piura, donde pasaron la noche. Sin embargo, los reclamos y protestas de otros grupos de pobladores se repitieron durante toda la madrugada.
Los moradores reclamaban al alcalde Pablo Castro que haya prohibido realizar la tradicional feria artesanal y comercial por Semana Santa en la avenida Principal. Asimismo, cuestionaban que la autoridad haya impedido instalar, este año, el tradicional altar para recibir a la procesión en la Plaza de Armas, pese a que se trata de una costumbre que data de hace muchos años.
GUERRA SANTA. Los comerciantes atribuyeron los cambios a que el alcalde profesa la religión evangélica y, por eso, decidieron atacarlo. Castro estaba en su despacho cuando la turba llegó de improviso y lo retuvo por varios minutos. Ante ello, el alcalde tuvo que escapar por la puerta posterior, ya que los pobladores amenazaban con lincharlo. No obstante, su camioneta fue pintada y en ella se inscribió el nombre de ‘Satanás’.
En la mañana, el alcalde aseguró que era católico, lo cual fue ratificado por el párroco de Catacaos, Manuel Curay. Posteriormente, el burgomaestre, ante la presión de la población, firmó un acta de compromiso a través de la cual accedió a que la feria de Semana Santa se realice en el centro de la ciudad, y, además, pidió disculpas a la población por lo ocurrido.