viernes, febrero 29, 2008


El último enero fue el más caluroso en el mundo desde 1880

Washington (EFE).-
El mes pasado fue el enero más caluroso registrado a nivel mundial desde 1880, con temperaturas cuatro grados superiores a la media, que, según un estudio, son consecuencia del calentamiento global y del fenómeno El Niño.
A pesar de las gélidas temperaturas de febrero, el mes de enero batió todos los récords en cuanto a las elevadas temperaturas registradas en todo el mundo, sobre todo en las latitudes más septentrionales, informaron hoy varios científicos estadounidenses.
Siberia, Canadá así como el norte de Asia y de Europa alcanzaron temperaturas de hasta cuatro grados centígrados por encima de la media correspondiente al mes de enero, según el Centro Nacional da Datos Climáticos de Estados Unidos.
Estos valores supusieron un récord sobre los de 2002, cuando se registraron temperaturas superiores en 0,56 grados centígrados a la media, lo que fue considerado como un valor altísimo por parte de los meteorólogos.
Los resultados de las pruebas sorprendieron tanto a los expertos que las realizaron dos veces, pero los resultados no variaban y llegaron a la conclusión de que este último enero ha significado el mayor salto hacia el calentamiento global desde hace diez años.
Sin embargo, en EEUU las altas temperaturas del primer mes de 2007 se consideraron incluso normales y el último enero se registró como el 49 más caluroso desde 1895, con temperaturas de 0,94 grados centígrados superiores a la media.
Un ascenso que afectó también al resto del mundo: 5,1 grados centígrados más de la media de enero en Siberia, 4,55 grados por encima de lo normal en Europa del este y 2,88 grados más en Canadá.
Para los científicos, la explicación de este aumento generalizado de las temperaturas es consecuencia del calentamiento global denunciado por cientos de meteorólogos en un informe publicado en el actual mes de febrero.
El fenómeno de El Niño, calentamiento en el Pacífico central que tiende a elevar las temperaturas globales, influyó también en el récord de calor de enero, aunque por el momento los científicos no se deciden a considerarlo como un factor determinante.
El pasado mes parece seguir la tónica del año 2006, que fue el más caluroso en Estados Unidos desde que se registran las temperaturas, con valores por encima de la media del siglo XX.

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