viernes, marzo 14, 2008



Para lavar la desvenguerza de la vispera, Congreso acusa a Tula Benites y el Apra la expulsa
PiuraWeb Noticias
marzo, viernes 14, 2008

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El pleno del Congreso rectificó ayer su controvertida decisión de la víspera y resolvió acusar constitucionalmente a la congresista aprista Tula Benites Vásquez por los delitos de peculado, colusión y falsedad genérica, por la contratación de un trabajador 'fantasma' en su despacho congresal. La decisión fue de 66 votos a favor, 9 en contra y una abstención.

(Publicado en El Comercio-14-03-08)

PROSPERÓ LA ACUSACIÓN CONSTITUCIONAL CONTRA TULA BENITES
Presión de opinión pública y la prensa hizo rectificar votación del Congreso
Mulder admite que cambio del Apra fue a pedido de jefe del Estado. El partido de la estrella expulsó a la desaforada parlamentaria

Por Jorge Saldaña Ramírez / Cecilia Rosales Ferreyros / Rocío La Rosa Vásquez

¿Qué les pasó a los congresistas apristas entre las 10:11 p.m. del miércoles y las 11:32 a.m. de ayer jueves, para que dieran marcha atrás frente a la acusación constitucional contra su compañera Tula Benites Vásquez y resolvieran su desafuero del Congreso?

El secretario general del Partido Aprista Peruano (PAP), Mauricio Mulder, ensayó más de una explicación ante la prensa luego de que el pleno del Parlamento rectificara la primera (vergonzosa) votación y aprobara, finalmente, por 66 votos a favor, 9 en contra y 1 abstención, acusar constitucionalmente a Benites por contratar a un empleado fantasma.

Mulder empezó diciendo que en la noche del miércoles varios de los congresistas apristas se confundieron y hasta se desorientaron, por lo que prefirieron ejercer la libertad de conciencia cuando se votó por primera vez.

No obstante, luego admitió que fue gravitante la llamada de atención propinada por el presidente del partido y jefe del Estado, Alan García, quien ayer por la mañana reclamó una inmediata rectificación en la votación.

"Nosotros actuamos en consecuencia de eso", señaló Mulder. Esto explicaría cómo la situación jurídica de Benites cambió de blanco a negro en apenas doce horas.

Ella presintió su suerte política cuando, tras haber sido aprobada la reconsideración --se superó los 81 votos conformes en el plenario--, pidió el uso de la palabra para afirmar que más allá de los acuerdos políticos debería estar el respeto a los derechos humanos. Agregó que no tiene ningún problema para enfrentar la justicia por su caso, que consideró politizado, y acto seguido dejó su escaño.

Para Luis Galarreta (Unidad Nacional), no hay duda de que el oficialismo rectificó su postura gracias a la presión de la opinión pública. "Porque los apristas pueden dar muchos discursos, pero en cosas concretas como esta siguen el mismo estilo tradicional de encubrir a ministros o congresistas cuestionados. Si el presidente (García) tuviese la firmeza de hablar con su grupo parlamentario como habla sobre otros temas, obviamente lo del miércoles se hubiese evitado. Son los de la bancada de la estrella los que han mellado la imagen del Congreso y, gracias al trabajo de la oposición, se ha logrado que esta situación varíe", señaló.

David Waisman (Alianza Parlamentaria) y Oswaldo Luizar (Unión por el Perú) dijeron que la marcha atrás del oficialismo confirma que la escopeta de dos cañones del aprismo "está gobernando el país porque se dieron cuenta del tremendo error que (al exculpar a Benites) estaban infringiendo al país y a su propio partido".

El vocero de la bancada fujimorista, Carlos Raffo, defendió la votación en contra de la acusación a Benites y negó que esta postura sea interpretada como estar a favor de la legisladora aprista.

"¿Cómo no vamos a ser sensibles en el tema de la tipificación (de los delitos)? Estamos en contra de que se tipifique mal. Decimos que peculado no le toca a Benites. Nosotros votamos en función de nuestra conciencia. Nosotros no somos veletas que nos dejamos guiar por la dirección del viento o por la posición de las estrellas. Ya estamos acostumbrados a nadar contra la corriente", aseveró.

En la votación no tomaron parte --por reglamento-- los miembros de la Comisión Permanente.

Luis Negreiros, cabeza de la Célula Parlamentaria Aprista, dijo que se sancionaría a Luis Giampietri y a Luis Falla Lamadrid por haber votado en contra de la acusación contra Benites, y a María Balta por abandonar el hemiciclo.

A partir de este lunes corresponderá a la Presidencia del Congreso remitir al Ministerio Público el expediente de Benites para que la fiscal de la Nación proceda a formular denuncia penal ante la Corte Suprema de Justicia por la comisión de tres delitos: colusión, falsedad genérica y peculado.

Corresponderá al vocal supremo instructor --el más joven de la Sala Plena-- determinar en un plazo de 15 días si hay indicios para abrir proceso penal.

Al cierre de esta edición, el Tribunal Nacional de Ética y Moral del PAP resolvió --después de 10 meses-- expulsar definitivamente a Benites y dispuso que se borre su nombre del padrón de militantes y se prohíba su ingreso a los locales partidarios.

García fustigó papel del oficialismo
Cuando el pleno ya evaluaba la reconsideración del caso de Tula Benites, el presidente Alan García expresaba en el Ministerio de Transportes su disconformidad con la decisión tomada la noche del miércoles para librarla de responder ante la justicia.

"Es algo atroz. El Perú y toda la opinión pública ven con alarma que exista cualquier tipo de blindaje partidario, que no se use el mismo termómetro y la misma medida para todos los casos parecidos", comentó.

García fustigó que la votación haya sido reservada (como demandó la noche del miércoles el secretario general del Apra, Mauricio Mulder) y que el presidente del Congreso, Luis Gonzales Posada, no hubiera impuesto su criterio para salvar la imagen del Legislativo.

También cuestionó que la persona que está siendo juzgada participe y vote. Además, indicó que este caso constituye una bofetada para Trujillo, La Libertad y el Apra.

García pidió poner "las fraternidades y las vinculaciones partidarias a un lado" y resaltó que la sociedad peruana reclama de sus instituciones conductas de mayor seriedad, responsabilidad y objetividad.

MINUTO A MINUTO
De la vergüenza a la limpieza de cara

9:00 a.m. a 10:30 a.m.
La Junta de Portavoces se reúne fuera de agenda con el presidente del Congreso para resolver hasta tres pedidos de reconsideración que plantea la oposición sobre el caso de Tula Benites.

10:00 a.m.
Empieza la sesión del pleno. Lourdes Alcorta (UN) pide votar la reconsideración y se inicia un debate sobre el tema.

10:15 a.m.
El presidente Alan García se comunica con la directiva de la bancada aprista y le expresa su mortificación por la forma como se votó el caso de Benites en la víspera. Acto seguido, el secretario del Apra, Mauricio Mulder, convoca una reunión de la Célula Parlamentaria Aprista.

11:00 a.m. a 11:30 a.m.
El presidente Alan García considera una "bofetada" la votación reservada del miércoles que salvó a Tula Benites.

11:25 a.m.
El pleno del Congreso aprueba la reconsideración a la votación del miércoles sobre Tula Benites.

11:32 a.m.
El pleno del Congreso aprueba la acusación constitucional.

DEL CONSULTOR
PERCY MEDINA. Politólogo

¿Réquiem al otorongo?
Ayer despertamos con la sensación de haber sido defraudados por quienes fueron elegidos para representarnos, agravándose de modo absurdo la mala imagen del Congreso. Tras alargar de manera innecesaria la agonía, el pleno vio finalmente el caso de Tula Benites y, en lugar de sancionar de manera pública las evidentes inconductas, se recurrió a subterfugios para librarla de la sanción.

El miércoles por la noche este asunto fue discutido en sesión reservada, lo que tiene sentido solo en casos en los que está en juego la seguridad nacional o la intimidad de las personas. Contratar a un empleado fantasma --de lo que se la acusa-- no corresponde con ninguna de estas excepciones. ¿Se creía que así se alejaría el tema de la opinión pública?

Ojalá aprendamos todos la lección. Ante la inconducta de uno de sus miembros, el primero en actuar debiera ser el partido al que pertenece el denunciado. Y la bancada debe recordar que representa a la gente y no a sus integrantes. Queda clara la importancia de que los medios de prensa y la ciudadanía estén atentos a cómo actúan las autoridades y sus representantes. Es, en gran parte, lo que movió al Congreso a recapacitar.

No fueron todos los legisladores los comprometidos en el blindaje, pero la opinión pública no logrará distinguir entre ellos. Queda mellada la imagen del partido de gobierno y la del Congreso en su conjunto. ¿Valió la pena este comportamiento que tiene ya varios meses? ¿No hubiera sido mejor cortar por lo sano y sancionar a tiempo?

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