El ganador de La Tinka, además de ser un ferviente creyente, tiene una singular atracción por la numerología. Según su versión, este es el método que utilizó para lograr la jugada ganadora:
El primer número que marcó, el 16, fue en honor a San Roque, a quien le atribuye un milagro que benefició a su familia.
El segundo número fue el 22. Este tiene para el ganador un doble significado: fue la fecha en que murió su padre y también en que lo bautizaron.
Pasemos al 26. Aquel número para el afortunado ganador tiene dos explicaciones: le recuerda un día que tuvo un enorme problema, pero también representa al número 8 (2+6).
El otro número, el 34, también tiene que ver con otro dígito especial para el “tinkero” pues sumados el 3 y el 4 da como resultado el 7.
El último número es el 38 y es uno de sus favoritos pues le recuerda su época de escolar, cuando era alumno del colegio Salesianos de Huancayo. Aquel dígito le correspondía en la lista de su salón.
Finalmente, el número 45 tiene para él tres significados: primero porque representa el año en que nació y también el año cuando Estados Unidos lanzó la bomba atómica sobre la ciudad de Hiroshima. Por si fuera poco, si sumamos los dos dígitos de este número nos da nueve y justamente es el que completa una trilogía de dígitos (7,8 y 9).
El método suena complicado, pero al fin y al cabo fue el razonamiento del ganador, aunque hay otro secreto que fue revelado luego: en realidad lo que hizo el “tinkero” fue formar la primera letra del nombre de su mejor amigo.
MÁS DATOS
El boleto ganador fue vendido el sábado 16 de mayo a las 4:32 p.m.
Este es el premio número 104 que entrega La Tinka.
Natalia Da Cruz fue la vendedora que atendió al ganador de los 12 millones de soles. Ella no recuerda al ganador, pero sabe que en su puesto, ubicado en la quinta cuadra del jirón Raimondi, en Pucallpa, se vendió también el boleto ganador de un premio de S/.35 mil.
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