DEFORMIDADES QUE DEFORMAN
Por Sociólogo: Avelino Zamora Lingán
No es difícil imaginar que el Perú debe estar plagado de una serie de seres deformes si es que otorgamos crédito a las portadas de la llamada "prensa chicha" o prensa basura", especializada en crear psico-sociales y sembrar miedo o temor en la población.
Diariamente se observa, en los kioscos y otros lugares de venta de tal prensa, a numerosas personas sorprendidas, asustadas o preocupadas al ver imágenes de la "mujer vaca", "mujer simio", "mujer cuy"; o, del "hombre coliflor", "del niño murciélago", o del "hombre mosquito" y otras rarezas más, relacionados con supuestas deformaciones humanas. Además esto es complementado con titulares sobre vírgenes y cristos que lloran sangre, monstruos de los cerros, monstruo de Chosica y de Pachacamac, seres extraños que degollan gente, platillos voladores, extraterrestres, etc., etc.
"Ya está cerca el fin del mundo", "diosito, porque nos castigará así de esta manera", "El mundo se ha olvidado de dios" "algún pecado seguramente habrán cometido", "que Dios nos proteja", son los comentarios más recurrentes de las personas al observar, por ejemplo, la imagen de la mujer cuy, una mujer con numerosos hijitos pequeños, de quienes tanto el rostro como el resto de su cuerpo, efectivamente se asemejan, por su forma, más al de un cuy que al de un ser humano.
De igual forma reacciona la gente cuando observa la imagen del "niño murciélago que asusta a la selva", es decir una imagen de un niño con hocico, alas, orejas y colmillos muy parecidos o iguales a las del murciélago. (Publicado en la portada diario El Chino 24/08/2009.
Ahora, bien. No hay que olvidar que la década de los 90 fue el "boon" de los psico-sociales y de las cortinas de humo. Los promotores fueron precisamente diarios como "El Chino", "El Men", "Aja", "La yuca", "La Chuchi", "Trome", entre otros.
En la misma línea de los psicosociales y de la deformación de la conciencia social se situaron programas televisivos de Laura Bozo y sus Talk Shows, Magali Medina y sus ampays, cómicos ambulantes y su lenguaje grosero y vulgar, etc.
Obviamente, detrás de todo esto estaba la dictadura fujimontesinista, la cual desembolsaba a los expertos de tales psicosociales y conductores y periodistas y dueños de medios, jugosas sumas de dólares.
Se pensó que con el fin de la dictadura se terminaban los psicosociales, las cortinas de humo y los titulares generadores del miedo; pero no fue así. Todo indica que los estilos de la dictadura en lugar de desaparecer se convierte en "escuela", para otros regímenes.
Pues, si nos preguntamos ¿en qué ha cambiado el estilo de los medios de comunicación, fundamentalmente de los de nivel nacional? No es necesario meditar mucho para afirmar que en Nada. Siguen los psicosociales, a través de portadas con titulares que generan el miedo, con imágenes deformes (que nadie investiga si son ciertas o son montajes), con programas televisivos dominados por travestís, gueys, lesbianas, bailarinas, vedettes, futbolistas, personajes que hoy son quienes imponen los patrones de comportamiento social y constituyen los íconos o referentes para niños y jóvenes.
Tanto que sí alguien le pregunta a un niño sobre que es lo que quiere ser cuando sea grande éste responde "futbolista" o que quiere ser como la chola Chabuca, la Carlota, como Beto Ortiz, como Jaime Bayle o como Carlos Cacho. Mientras que las niñas quieren ser bailarinas, vedettes, modelos, o quieren ser como Karen Dejo, Malú Costa, Shirley Cherry, Suzy Días o Maribel Velarde, Angie Jibaja, etc.
Ello explica el porqué hoy en día, las niñas y adolescentes se preocupan mucho más por tener una buena apariencia física, especialmente una "buena colita" y unos buenos senos, antes que en formarse como un ser humano integral con valores.
La aspiración en niñas y niños de aspirar a ser médicos, abogados, ingenieros, enfermeras, profesores, sociólogos, ha pasado a segunda o tercera prioridad. ¡Claro!, es que saben que en este país un profesional de la medicina, de la ingeniería y, más aún, de la pedagogía o la sociología gana muchísimo menos que una bailarina, una vedette o un futbolista.
Otro comportamiento social, sobre todo en jóvenes y niños, al cual a conducido la realidad de los medios de deformación social, es que hoy la gente, particularmente jóvenes y adolescentes se preocupen más en su apariencia física que en su cerebro: así, el mayor anhelo de una niña o adolescente es tener una buena "colita", buenos seños, ser alta, bonita, si es pelo castaño o rubio mejor, etc., etc.
Mientras que el deseo de un varón es ser alto, buen mozo, con buen "ponpis", sí es rubio y ojos claros mejor y por supuesto no importa bajo que mecanismos, tener una billetera llena. Aquí no importa nada la calidad del dinero, es decir, su origen, sino la cantidad.
Volviendo al tema. ¿Cuáles serían las razones para que los medios de comunicación, en lugar de comunicar, educar, elevar la conciencia social, deformen o manipulen tal conciencia?, ¿Porqué la población, especialmente los sectores medios y marginados, consume y alimenta su cerebro de "la basura" que proyectan los medios, en especial, los capitalinos y de señal abierta? A mi modesto entender, tres serían tales poderosas razones:
a) El contexto social, caracterizado por la globalización y neoliberalismo. Como se sabe, el neoliberalismo se sustenta sobre el principio "dejad hacer, dejad pasar", que implica un accionar social bajo el libertinaje o libre albedrío absoluto, no sólo referido a los agentes económicos, sino al resto de aspectos de la vida social.
Asimismo, en este contexto, casi todo se ha mercantilizado (hasta el aire que uno respira) por lo tanto todo se rige por la ley de la oferta y demanda y por el afán de lucro y acumulación de dinero.
La consecuencia es que a los dueños de comunicación no les interesa la cultura del pueblo, menos elevar su conciencia social o individual, lo que interesa son sus cuentas bancarias en azul y punto; y, para lograr esto, no interesa la calidad del producto que venden sino que el producto, cualquiera que sea, incluido basura, se venda.
b) Los intereses políticos. Obviamente, tener la mente del pueblo, ocupada en los seres deformes de la prensa basura, en las vírgenes que lloran sangre, en los extraterrestres o en cualquier otro ser extraño, políticamente es muy beneficioso y rentable, especialmente para los regímenes de turno.
Muy diferente sería si es que la población es mucho más reflexiva y pensante, pues, ocuparía su mente en la realidad social, en los problemas socioeconómicos del país, en los procesos de corrupción, etc.
Mientras el riesgo de crecimiento de los conflictos sociales sería enorme, a tal punto que serían incontrolables y pondrían en grave peligro la democracia, pero sobre todo, los intereses políticos y económicos de los grupos de poder.
c). Finalmente, El status cultural del pueblo. Efectivamente éste es caracterizado como el más bajo de América Latina, expresado en escasa capacidad de reflexión, pensamiento, raciocinio, análisis, abstracción, etc.
Los sucesivos concursos de matemática, lenguaje, y sobre otras materias, llevados a cabo a nivel internacional, desarrollados con escolares, y el último lugar que ocupan en ellos, corroboran esta situación, al igual que el escaso o nulo hábito de lectura en la población.
A esto se suma el alto grado de religiosidad, creencia y superstición que influye en su aceptación pasiva de las publicaciones de tales diarios, las mismas que siempre son asociadas a la religión y la creencia.
Entonces, el resultado es la vulnerabilidad, a ser receptivo pasivo de lo que los medios de comunicación le ofrecen. Con razón comentaban dos prestigiosos periodistas respecto a que la lógica de los empresarios televisivos en el Perú era: "Que si el pueblo pide basura, pues hay que darle basura".
Lo que no dicen es que el pueblo ha sido, a través de los propios medios, cuidadosamente condicionado para que pida basura. Pues si no se le ofrece otras alternativas televisivas que no sean travestís, gueys, vedetts, talk shows, entretenimientos vulgares frívolos y sin contenido cultural y educativo y novelas, al pueblo no le queda otra cosa que alimentarse de tales programas y así deformar su conciencia social e individual.
Asimismo, sí alguien, desde el congreso, el ejecutivo o desde el espacio que ocupa, se atreve a proponer una restricción o censura a los programas televisivos idiotizadores, rápidamente se activan los lobbys y los magnates mediáticos, para implorar "libertad de expresión", "libertad de empresa", "libertad de información", "iniciativa privada", "democracia", etc. etc. En fin es la realidad en los medios de comunicación masiva y su relación con la población.
En plena era de la revolución de las comunicaciones, de las tecnologías de la información y la comunicación, hay pueblos que en lugar de elevar su conciencia social, de enriquecer sus valores morales y éticos, para vivir en una sociedad más justa, equitativa y culta, ésta más bien sea degradada, degenerada, manipulada, en función de intereses de los grupos de poder económico y de las clases dominantes.
Escrito: 18 de septiembre del
http://www.caballeroredverde.blogspot.com/
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