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La fiesta del Sr Cautivo de Ayabaca. Rey de los Peregrinos
Ayabaca es una ciudad ubicada en la sierra de Piura, con un bello paisaje andino y clima saludable.
En esta ciudad, se respira una gran devoción religiosa por el Señor Cautivo, santo patrón de la ciudad. Esta fiesta atrae una gran cantidad de fieles, quienes llegan en peregrinación, de diferentes zonas norteñas del Perú e incluso de Ecuador.
Según cuenta la historia, en 1751 el sacerdote español García Guerrero, quiso dar una imagen del Señor a su pueblo, por lo que decidió utilizar un tronco, del que había brotado sangre luego de que un labrador le diera un hachazo.
Tres hombres vestidos con impecables ponchos blancos de lana llegaron al pueblo de Ayabaca. Trotaban sobre tres briosos caballos albinos. Eran artistas talladores. Y se comprometieron a esculpir la imagen del Señor Cautivo a condición de que el pueblo guardara absoluta reserva sobre su presencia. Nadie, además, debía interrumpirlos durante sus labores y los alimentos les serían servidos solamente al amanecer. Ningún poblador debía verlos trabajar.
Pasó el tiempo y la curiosidad de los ayabaquinos pudo más que su paciencia. Querían ver los avances de trabajo de los tres misteriosos caballeros. Los pobladores se acercaron a la casa, llamaron insistentemente y, al no obtener respuesta, creyeron que se habían burlado de ellos. Entonces forzaron la puerta. En el interior no había persona alguna y la comida estaba intacta. Pero ante ellos se alzaba, imponente y majestuosa, la escultura de un Nazareno con las manos cruzadas. Sólo entonces se dieron cuenta de que los autores eran ángeles vestidos de chalanes que al concluir la escultura alzaron vuelo y se perdieron. La historia creció, al igual que la fe y devoción, más aun si consideraban todo ello, una "obra de ángeles"; como la llamaron.
Durante el 13 de Octubre, día central de la celebración, se lleva en procesión la bella imagen del Señor Cautivo, quien representa el momento en que tras ser apresado en Getsemaní, fue abandonado por sus discípulos.
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