martes, julio 28, 2009





Policía de Carreteras halla cuerpo de agricultor tirado en carretera que conduce a Morropón




PiuraWeb Noticias
julio, martes 28, 2009

Madre lo reconoce morgue de Chulucanas
Posteriormente se comprobó que se trataba de César Augusto Yarlequé Rivas
TEXTOS Y FOTOS: Roberto Saavedra
Al promediar la media noche del último domingo una patrulla de la Policía de Carreteras con base en el kilómetro 65, encontró a la altura del kilómetro 52 de la carretera Piura - Morropón en la villa Vicús el cuerpo de un agricultor que yacía moribundo en el asfalto; al parecer al infortunado hombre de campo lo habría atropellado un station wagon de color blanco, según hipótesis policial.
De inmediato los agentes del orden evacuaron al agricultor al hospital de Chulucanas pero era demasiado tarde el médico de turno sólo se limitó a certificar el deceso El galeno certifico que el occiso presentaba quebraduras de manos, piernas y el tórax como consecuencia del fuerte impacto.
Hasta el lunes el occiso permanecía en la morgue de Chulucanas como NN hasta que ayer Domínica Rivas Ramos(72) preocupada porque su hijo César Augusto Yarlequé Rivas (35) desde el domingo no retornaba a casa y al recibir noticias que un cadáver de un hombre con las característica de su hijo se hallaba en la morgue de inmediato acudió al mencionado lugar comprobando que el cadáver se trataba de su hijo de 35 años de edad.
Se conoció que César Augusto antes del accidente de tránsito se encontraba en el Km. 50 realizando faenas agrícolas y por la noche retornaba en su bicicleta montañera a su caserío natal Santa Rosa cerca de la villa Vicús, el vehículo menor quedó totalmente destruido y se encuentra depositado en la Comisaría del Km. 50 para las pericias correspondiente según precisó el jefe policial de la provincia de Morropón comandante Eduardo Valdiviezo Urbina. Asimismo el oficial señaló que se están las investigaciones necesarias para dar con el paradero vehículo que causó la muerte del agricultor.
Doña Domínica Rivas Ramos relató que César Augusto vivía con ella y se encargaba de asistirla con alimentación diariamente. "Me quedado sola y pido justicia a Dios para que den con el paradero del hombre que mató a mi hijo. Ahora quién me dará de comer", con lágrimas y tratando de contener su dolor declaró Domínica Rivas.

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